martes, 18 de enero de 2011

Brasil

Hace un buen tiempo que no escribía en el Blog, ha pasado ya el 2010 y me encuentro en Brasil, poniendo en práctica algunas cosas aprendidas, la medicina, el portugués y también por qué no, ¡vacacionando!
Brasil es un país maravilloso, lleno de contrastes, colores, sabores y gente muy feliz. Pero debo confesar que me ha sorprendido para bien en muchas maneras.
Primero, el país está muy bien económicamente, por sobre Chile en muchos aspectos, y me atrevería a decir que las zonas urbanas costeras son prácticamente del primer mundo y todo ese ideario de violencia que muestran los medios de comunicación, son sólo acontecimientos episódicos que no es la tónica del lugar.
Vitória es una ciudad poco conocida pero la conurbación de Vitória, Vila Velha, Caracica, Serra, Guaraparí y Viana sobrepasa los cuatro millones de habitantes, siendo Vitória la capital del estado de Espírito Santo. Es una ciudad moderna, con avenidas anchas, edificios modernos, habitados por personas descendientes de inmigrantes de todos los continentes, creando una ciudad con una calidad de vida del primer mundo, por eso Vitória a sido elegida la ciudad con mejor IDH entre las capitales brasileras. A esta altura me he convertido en un promotor turístico de la ciudad, en parte porque considero que es un paraje hermoso y desconocido fuera de Brasil, tal vez opacada por las metrópolis de los estados vecinos, Rio al sur y Salvador de Bahía al norte.
Brasil es un país muy rico, y a diferencia de Argentina, es un país mucho más ordenado, de seguro con el tiempo será la gran potencia de América. Según estudios internacionales, Brasil alcanzará el desarrollo el año 2020.
Me llama la atención también que a pesar de tener un gobierno socialista, tienen una economía muy abierta y expansiva, muy propio de los socialismos modernos, alejados del romanticismo comunista. De hecho, me ha llamado profundamente la atención el conocer el campus central de mi universidad de intercambio, la UFES (Univ. estatal y pública), y no encontrar ningún rayado ni alusión a un partido político en particular, y es más, en la calle vi un cartel muy bonito anti-comunista, que decía: "O comunismo nega a ordem e o progresso, por tanto negamos o comunismo", impensado en Chile donde el totalitarismo es dueño de las calles.
También considero que a pesar de ser tan rico en recursos naturales y de las necesidades de electricidad para mantenerse frescos, y de petróleo para recorrer grandes distancias, este último bien tiene un valor cercano a los $800 pesos chilenos, y un viaje en micro $900. Si sus políticos fuesen populistas mantendrían un precio falsamente bajo, atentando contra la exploración de alternativas y substitutos al petróleo, y lo que es peor, atentando contra la economía nacional.
Hasta el momento llevo una excelente percepción del funcionamiento del país, pronto más reflexiones.