sábado, 15 de octubre de 2011

Los indignados de la libertad

Un día Sábado soleado en Santiago de Chile, dónde las marchas ya se han hecho algo de todos los días, y los tambores resuenan fuerte sobre mis ventanas.
Parece que los así llamados "indignados" han logrado extender sus ideas a través de las redes sociales a través de todo el orbe. Nada nuevo bajo el sol, sólo es algo más acorde a los tiempos, pero que ha existido hace décadas.
Siempre he pensado que las ideas de progreso, libertad, propiedad y globalización no son populares, en parte porque el material intelectual que habla sobre estas ideas tiene un precio. Es que justamente esas ideas hablan sobre ganancias y costos, en contraste con las ideas socialistas, cuyo material intelectual se encuentra botado en las calles en formas de panfletos de 15x20 centímetros, y en general, con ideas que no suman más de tres palabras... que generalmente comienzan con un "No al...". Mucho más digerible que las fórmulas y estadísticas.

Yo también me declaro un indignado, de cómo las ideas totalitarias han logrado imponerse sobre las mentes embebidas en el lujo que ofrece el sistema, y que exige sacrificios para obtenerlas. A veces es mejor prohibirlas, para apagar los sueños, y para que entren mejor las consignas, que también son sueños.
Realmente no entiendo cómo alguien puede afirmar que este sistema ha producido pobreza en los países subdesarrollados... ¡Cuándo en verdad somos los que más lo hemos aprovechado! O sino pregúntenle al BRIC... Brasil, Rusia, India y China. A ver cómo le explican a los millones de indios que han salido de la pobreza, que el sistema para el cual trabajan, trae miseria y pobreza. O a los millones de chinos, que a pesar de vivir en un sistema capitalista bajo el yugo totalitario, comienzan a despertar.
Somos justamente los países emergentes los que hemos provocado esta gran crisis económica mundial. Ya no existe ningún rincón de este planeta donde no haya un producto chino, y los productos del primer mundo, se están regresando a donde comenzaron, o sea, se comienza a invertir la balanza comercial. Esa es la verdadera crisis capitalista. Ahora nos toca a los que nunca nos tocó, comienza el proceso inverso. Tal vez a eso se referían los mayas, quien sabe, finalmente llegaremos al capitalismo real, la libertad e igualdad para todos.
En Chile ya estamos viendo este proceso (o veíamos), nos estábamos convirtiendo desde receptores de capitales, a productores de ellos. Prueba de ello, es la expansión del retail chileno a los demás países latinoamericanos, incluso de los bancos chilenos a los EEUU. Ese es el punto de quiebre, desde el cual dejamos de depender de los otros, para comenzar a producir riqueza y asegurar derechos.
Afortunadamente poco se habla de estos temas en los medios, ya que quizás a quién se podría indignar, y eso seguramente traerá más que un problema de ruido sobre mis ventanas.